
Lo mejor seria la planificación de un menú semanal, para evitar repeticiones muy seguidas.
Se deben variar los alimentos de un día a otro, pero no servir muchas opciones en una sola comida, a menos que tenga invitados y no conozca sus gustos.
Debemos tener en cuenta los alimentos de la región y la estación del año para usar los alimentos a un precio accesible.
Al elaborar un menú, debemos tener en cuenta varios principios saludables, sin sacrificar belleza y sabor de los alimentos.
Además de observar los gustos de cada persona debemos tener en cuenta varios factores.
Alimentos reguladores, energéticos y constructores.
Los alimentos reguladores proveen los nutrientes reguladores del funcionamiento en los distintos procesos orgánicos. Estos nutrientes viene a ser las vitaminas, minerales, celulosa y agua.
Y los contienen las verduras, frutas y hortalizas. Preferiblemente servir porciones crudas, úselos en abundancia. Es bueno comenzar la comida con ellos. Debemos incluir de 1 a 3 tipos de este grupo de alimentos.
Los alimentos energéticos proveen las calorías que consume diariamente el organismo.
Estos alimentos son: los cereales en grano, la harina de cereales, harina de raíces, miel de abejas, panes, masa, tortas y galletas, raíces feculentas, aceites, cremas de leche, grasas, grasa vegetal y oleaginosas.
Se deben evitar cantidades excesivas y masticar bien. Se debe mezclar solamente dos tipos de estos alimentos y a veces solo uno.
Los alimentos constructores son: las proteínas, siendo responsables de reponer los tejidos damnificados y de la formación de hormonas y las enzimas.
En este grupo de alimentos entran las oleaginosas en general, soja y toda clase de porotos, el germen de trigo y la levadura de cerveza. Carnes vegetales y animales, la leche, el queso, el yogurt y la cuajada. Huevos, pasteles, tartas que contengan alimentos constructores y las semillas en general.
Se debe evitar usar cantidades excesivas y recuerde masticar bien, para una mejor digestión.
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